
En el siglo XVIII se construyo un fuerte para proteger las actividades costeras y favorecer la instalación de los primeros pescadores, así nació Palavas. Desde 1930, la Redoute, fue transformada en tres depósitos de agua sucesivos, en el año 2000 la municipalidad decidió reintegrar el Fuerte a su lugar de origen. Los “Compagnons du Devoir” lo desmontaron piedra por piedra y lo instalaron sobre una isla en medio del estanque.
El pueblo fue inmortalizado por el dibujante Dubot que lo descubre en 1920.
Anécdota:
Al principio del siglo XX los burgueses de Montpellier que frecuentaban el pueblo llamaron a los pescadores, habitantes de Palavas o “palus avis”, “pas lavais” (“los que no se lavan”, traducción del patois) y los habitantes del lugar llamaban a estos burgueses “trempe cul” (“culos mojados”)

Mirando al mar soñé... el nuevo Mediterráneo "Andalus"